En este blog estarán muchas de las cosas que me hacen subir arriba, más arriba, y aún más arriba :)

martes, 23 de noviembre de 2010

Un día que bajé a la realidad y me cayó un relámpago en la cabeza.

A veces la vida te hace pasar momentos verdaderamente amargos. En los que de repente, crees que se han llevado todo el oxígeno del aire, la respiración se te entrecorta y se te hace un nudo en la garganta. En los que sientes que el corazón ha de encogerse con más fuerza para poder impulsar la sangre por todo tu cuerpo. En los que sientes que hay un vacío dentro de ti, y conforme piensas más en ello, se hace más grande, más doloroso.  Cuando las lágrimas brotan de tus ojos sin apenas ser consciente de ello. Caen por tus mejillas y te ciegan, te nublan la mirada, ni el día más soleado de todos puede hacerte ver la luz. Y te ahogas en ellas, en tus propias lágrimas. Pensando que no merece la pena secarlas, porque sabes que volverán a emerger de tus ojos cuando vuelvas a cerrarlos...





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